Nos recibieron muy bien; después fuimos a instalarnos en una vieja casona que había sido la guarida de muchos otros grupos, la Casa de Mimi, por alla en Vista Alegre; ahí habia sido la covacha de gente como Los Yaqui, los mismos Dug Dugs; posteriormente seria la de Ritual, de Zafiro, de Supermama, ¡era una verdadera casa de rockeros!
Pero bueno, nos bañamos y por supuesto, nuestro animo cambio de manera total y ya recuperados, regresamos al Terraza para tocar en nuestro debut. Pero esa noche no tendríamos la suerte de nuestra parte ¡no había ni siquiera una decena de gente como publico..!
Mas con el paso de los días, las cosas irían arreglando, no ahí, ya que no era un lugar apropiado para rockear, y aunque se nos pagaba y eso nos dio una estabilidad económica, como principio, la cuestión es que al paso de la primera y segunda semana comencé a mover antenas y, supe de una tocada que se haría en el Salón Olimpia; ahí tocaría Love Army. Ellos eran cuates, fuimos a saludarlos y para ver lo que ahí estaba ocurriendo. Ese mismo día nos salió nuestro primer contrato rockero; nos pararía 3,500 pesos por tocada.
En el Olimpia comenzó nuestro refuego, nuestro real despegue, ahí se inicio la presencia de la nueva expresión musical, todavía con muchos fusiles y covers, era lo que el publico deseaba y aplaudía, lo que bailaba, lo que le prendía, en ingles. Sin embargo, ahora que lo pienso, siento que ahí había, a pesar de todo, unas enormes ganas por parte del publico por sangre nueva, semejante a lo que hoy se percibe. La tarde que tocamos ahí por primera vez, había una concurrencia de 2000 o 3000 personas, puros jóvenes, claro, y fue tal la prendida que les dimos, que supimos que ¡nos habíamos disparado! La aceptación era increíble; yo mismo sentí que comenzaba el pago a los años pasados en el fogueo allá en Tijuana, El Peace & Love llevaba casi cuatro años de formados...
...¡la banda se fue hacia arriba! A cada fin de semana teníamos tres, cuatro cinco conciertos a cubrir y, esto nos ocurría apenas a los veinte-treinta días de llegados. Seguíamos alternando en el Terraza, tocando en los salones de baile, en los hoyos, en escuelas, en universidades, en todo sitio donde nos contrataban.
Pero, se llegaría el rompimiento con el Terraza; definitivamente no era un lugar para rockeros y' ni nosotros habíamos podido levantarlo. Recuerdo muy bien la noche en que el gerente me mando llamar a su oficina, para despedirnos.
El hombre nos pidió que entendiéramos la situación; no podían ya pagarnos y que hasta sentían con el temor de cerrar las puertas. Claro que lo entendimos. Mas resulta que al salir de sus oficinas, en los mismos pasillos del local me encontré a quien en ese tiempo era el manejador del Champagne a Go-Go, uno de los sitios rockeros mas famosos de las feches y, me ofreció un contrato muy ventajoso, ganando mucho mas, no solo eso sucedió, sino que el hombre, nos pidió que hiciéramos mas grande el grupo, que formáramos una verdadera banda, ¡lo que iba con nuestras reales intenciones! ¡Y sin merma económica..! Nosotros en esos días, no solo habíamos pensado en ello, sino que habíamos estado adicionando con metales, a un trombonista, a un sax y un trompeta.
Todo esto nos estaba sucediendo a un mes y medio de llegados.
Y bueno, debutamos en el Champagne, como banda, con gran éxito. Finalmente habiamos añadido a Eustacio en el trombón, a Salomón en la trompeta y a Jose Cuevas en el Sax.